martes, 25 de marzo de 2014

Estudio del Extracto de Tom Sawyer


Las aventuras de Tom Sawyer,  es un cuento de Mark Twain escrito en 1876. Relata las aventuras de Tom, un niño que crece en la período previo de la guerra de Secesión en el sur de los Estados Unidos. Este extracto refleja la necesidad del niño de comunicar lo que siente por medio de acciones y no del diálogo.
En este texto, se puede reconocer desde el principio una comunicación basada en gestos y actitudes del personaje principal, demostrando su estado de ánimo. A medida que la historia avanza, Tom tiene una conversación que no está explícita con su amigo Jeff. Esta es de modo circular,  ya que se sobreentiende que entre ambos hay diálogo y un intercambio de ideas, ambos son emisor y receptor al mismo tiempo. También es interpersonal, ya que ambos se encuentran en el mismo tiempo y espacio y están cara a cara.­­
        Terminada esta conversación, Tom comienza a relacionarse por medio de gestos y actitudes típicas de un código de niños con el objetivo de llamar la atención de una chica que le gusta, Becky: “Un instante después estaba Tom fuera y lanzado a la palestra como un indio bravo: rugiendo, riéndose, persiguiendo a los chicos, saltando la valla a riesgo de perniquebrarse, dando volteretas, quedándose en equilibrio con la cabeza en el suelo, y en suma, haciendo todas las heroicidades que podía concebir, y sin dejar ni un momento, disimuladamente, de observar si Becky le veía.” (Twain, 1876).  Estas acciones son comunicación interpersonal por medio del canal visual y de modo lineal ya que el travieso no encuentra respuesta. Al Becky ignorar a Tom, se puede hablar de una retroalimentación negativa ya que a ella no le interesan esas actitudes del niño. Sin embargo él interpreta que debe continuar ya que no ha visto reaccionar a su enamorada: “Pero no parecía que ella se diese cuenta; no miró ni una sola vez. ¿Era posible que no hubiera notado que estaba él allí? ” (Twain, 1876). Desesperado, Tom continúa actuando de igual modo, esta vez más cerca de la chica, y decide lanzarse a sus pies: “Trasladó el campo de sus hazañas a la inmediata vecindad de la niña: llegó lanzando el grito de guerra de los indios, arrebató a un chico la gorra y la tiró al tejado de la escuela, atropelló por entre un grupo de muchachos, tumbándolos cada uno por su lado, se dejó caer de bruces delante de Becky, casi haciéndola vacilar.” (Twain, 1876). Se desarrolla entonces, una comunicación lineal de parte de Becky hacia Tom: “Y ella volvió la espalda, con la nariz respingada, y Tom le oyó decir: « ¡Puff Algunos se tienen por muy graciosos... ¡siempre presumiendo!»” (Twain, 1876). Ella demuestra su poco interés hacia él y vuelve a generarse una retroalimentación negativa que esta vez sí, es comprendida por Tom, quién sintiéndose profundamente avergonzado se marcha muy humillado: “Sintió Tom que le ardían las mejillas. Se puso en pie y se escurrió fuera, abochornado y abatido” (Twain, 1876).
Todas estas comunicaciones que se trataron como lineales, también pueden ser tomadas como de modo circular si se plantea que Tom llama la atención de Becky y que ella le contesta con un diálogo y luego Tom responde de una manera gestual, yéndose arrepentido. Se trata de una comunicación ambigüa que no es puramente lineal, ni puramente circular. Las actitudes y gestos son una parte muy importante en esta historia ya que muestran perfectamente el intercambio de ideas y pensamientos entre uno y otro.    
        En conclusión, este cuento permitió determinar diversos rasgos de la comunicación. Se evocaron los conceptos de modos comunicativos lineales y circulares y de tipo interpersonal. Se reconoció un proceso de retroalimentación negativa que buscaba acabar con los intentos comunicativos de Tom. Y se determinó que la comunicación no se desarrolla siempre por el canal auditivo, del habla, sino que también por el visual, por medio de gestos, en este caso siguiendo un código de niños.

lunes, 24 de marzo de 2014

Estudio del texto La tristeza, de Anton Chejov

La tristeza es un cuento de Anton Chejov que se desarrolla en alguna ciudad de Rusia donde todo es blanco debido a la nieve y el frío. El cochero Yona es el personaje principal y el cuento refleja su infelicidad, su tristeza. A lo largo del cuento, la comunicación va cambiando y se diferencian diversos tipos, que permiten un acercamiento a tres de sus grandes rasgos.

El cuento comienza con Yona acompañado de su caballo, los dos inmóviles esperando que lleguen clientes. El primero en llegar es el militar. Cuando este le pide al cochero que lo lleve a Viborgskaya y cuando el cochero invisible insulta a Yona, se habla de comunicaciones lineales ya que el personaje principal solo recibe órdenes. Luego, el militar se dirige hacia Yona y este le cuenta que ha perdido a su hijo y entablan una breve conversación: "Ya ve usted, señor... He perdido a mi hijo... Murió la semana pasada... ; ¿De veras?... ¿Y de qué murió?" (Chejov, 1885). Se habla esta vez de una comunicación circular entre Yona y el militar ya que ambos van emitiendo y recibiendo al mismo tiempo. Además, se puede reconocer una retroalimentación positiva ya que el militar pregunta con interés que es lo que le sucedió al hijo. Poco después, el cochero se vuelve repetidas veces hacia el militar para continuar con la conversación pero al ver que este se quedó dormido, Yona interpreta que el cliente no quiere charlar más con el: "Se vuelve repetidas veces hacia su cliente, deseoso de seguir la conversación; pero el otro ha cerrado los ojos y no parece dispuesto a escucharle.." (Chejov, 1885). El hecho de que el militar haya cerrado los ojos corresponde, esta vez, a una retroalimentación negativa ya que se trata de una señal que pide un cambio, que le indica a Yona que la conversación acabó.
Más adelante, el personaje principal se encuentra con tres jóvenes que le piden que los lleve. Uno de ellos, el chepudo, le da órdenes reiteradas veces. Se trata aquí de un modo comunicativo lineal como al principio del cuento. En este viaje, además, distinguimos una comunicación intragrupal, sólo un grupo de personajes se dialogan entre sí: "Me duele la cabeza -dice uno de los jóvenes-. Ayer, yo y Vaska nos bebimos en casa de Dukmasov cuatro botellas de caña.; ¡Eso no es verdad! -responde el otro- Eres un embustero, amigo, y sabes que nadie te cree.; ¡Palabra de honor! ; ¡Oh, tu honor! No daría yo por él ni un céntimo" (Chejov, 1885). Yona intenta formar parte de esa conversación pero es rechazado por el chepudo quien no solo le insulta sino que también le pega: "Y, hablando así, le da un puñetazo en la espalda" (Chejov, 1885). El canal, que venía siendo principalmente oral, pasa a ser ahora, también táctil. Al final del viaje se da una muy breve comunicación circular entre Yona y uno de los clientes, cuando le pregunta si es casado y Yona responde incluyendo en su respuesta el hecho de que su hijo ha muerto. A lo largo de este viaje Yona se va cejando, rindiendo debido a la respuesta que le dan sus clientes. Se trata de nuevo de una retroalimentación negativa para que pare de hacer eso.
Cuando Yona vuelve a su casa cansado, sigue con ganas de conversar para desahogarse e intenta con uno de sus compañeros. Podríamos pensar que esta vez lo lograría, ya que el otro hombre se encuentra en las mismas condiciones que él, pero no, vuelve a fallar: "Aquí tienes agua... He perdido a mi hijo... ¿Lo sabías?... La semana pasada, en el hospital... ¡Qué desgracia! Pero sus palabras no han producido efecto alguno. El cochero no le ha hecho caso, se ha vuelto a acostar, se ha tapado la cabeza con la colcha y momentos después se le oye roncar" (Chejov, 1885).
Al final del cuento, Yona logra desahogarse y contarlo todo pero a quién se dirige es a su caballo: "¿Comes? -le dice Yona, dándole palmaditas en el lomo-. ¿Qué se le va a hacer, muchacho? Como no hemos ganado para comprar avena hay que contentarse con heno... Soy ya demasiado viejo para ganar mucho... A decir verdad, yo no debía ya trabajar; mi hijo me hubiera reemplazado. Era un verdadero, un soberbio cochero; conocía su oficio como pocos. Desgraciadamente, ha muerto..." (Chejov, 1885). Suena un poco ilógico hablar de una comunicación entre un hombre y un caballo debido a que los caballos no tienen ni código ni lengua. En este caso se identifica una comunicación intrapsíquica, ya que, aunque Yona cree haber sido escuchado por su caballo, en realidad solo se trató de una comunicación para dentro suyo.
Desde el comienzo del relato se puede notar un paralelísmo entre el entorno triste y blanco, vacío, y el estado de ánimo de Yona: "La nieve cae lentamente en gruesos copos, gira alrededor de los faroles encendidos [...] El cochero Yona está todo blanco, como un aparecido. [...] Su caballo está también blanco e inmóvil" (Chejov, 1885). El destrato entre los rusos es un tema cultural, social, que parecería ser el aceptado en ese país. Podemos entonces hablar de un modo social comunicativo, es decir, otro tipo de comunicación.
En este texto se diferencian tres tipos de comunicación: la comunicación intragrupal, la comunicación intrapsíquica y la del modo social comunicativo. Esta diversidad permitie afirmar que la comunicación abarca distintos ámbitos y que por lo tanto es un fenómeno complejo. Para definir  y estudiar el concepto de comunicación se debe recurrir a las aportaciones teóricas y técnicas de diversas disciplinas como por ejemplo la psicología social cuando se habla de la comunicación intragrupal, la psicología, cuando se trata de la intrapsíquica y la sociología para la comunicación del modo social ruso. Se trata entonces a la comunicación como objeto de interdisciplinariedad. Por último se puede hablar de transdisciplinariedad ya que, para acercarse más al concepto de interés se necesita que todas las disciplinas que estudian este tema se coordinen y desarrollen teorías comunes, líneas de investigación en conjunto.
En conclusión, en este cuento de Anton Chejov, además de tratar con comunicaciones lineales y circulares y retroalimentaciones, se lograron reconocer tres tipos de comunicación diferentes: la intragrupal, la intrapsíquica y la del modo social. Estos nos permitieron determinar tres rasgos fundamentales del concepto de comunicación que son la complejidad, la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad.

Referencias:

Para leer La tristezahttp://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/rus/chejov/la_tristeza.htm